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El deportista pachequero Kike Siscar en uno de los entrenamientos. KS.
«Me gusta pensar que puedo ser un reflejo para personas en mi situación»

«Me gusta pensar que puedo ser un reflejo para personas en mi situación»

El pachequero Enrique Siscar disputará en Holanda la Copa del Mundo de tenis en silla de ruedas con la Selección Española

A.Salas

TORRE PACHECO

Lunes, 23 de abril 2018

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«Al final es como cualquier deporte. Cuestión de práctica», le resta importancia el deportista pachequero Enrique Siscar al esfuerzo por triplicado de competir amarrado a un asiento con dos ruedas que tiene que hacer girar al tiempo que no pierde ni una bola. Y además, lograr títulos. Tras clasificarse en la selección española en la fase europea, Siscar viajará del 28 de mayo al 3 de junio a Holanda para disputarle la Copa del Mundo a los favoritos de la comvocatoria: los equipos de Francia, Inglaterra y Japón. «Los temidos», apunta Kike.

A sus 34 años, este especialista informático, jefe de Activaciones en la línea de telefonía del grupo Caliche, disfruta de esta renovada ilusión que le ha traído a su vida el tenis adaptado. «No me lo esperaba. Jugar con la selección española ya era inimaginable», explica. Años después, puede mirar atrás con serenidad hacia aquella tarde en que el reventón de una rueda de su coche le dio la vuelta a su vida. «Iba a Murcia a entrenar cuando se pinchó una rueda. En el accidente tuve una lesión medular incompleta en dos vértebras, que me deja caminar con ayuda de muletas y sensibilidad en las piernas», explica el deportista.

Tras la fase de rehabilitación y la incorporación, casi por casualidad, al tenis de competición, ha aprendido que «todos tenemos nuestra historia», sobre todo los deportistas que desafían sus propias limitaciones físicas, con los que compite codo con codo en la cancha.

En su equipo, dirigido por Fernando Esteve, comparte nervios e ilusiones con el tenista madrileño Daniel Caverzaschi (número 14 del mundo), el vigués Martín de la Puente (19 del mundo). «Yo aún estoy el 48 del mundo y tercero de España, pero ahí estoy, poco a poco cumpliendo etapas», comenta el tenista.

En su debut con la selección española, Kike ha conseguido junto a sus compañeros la clasificación para la Copa del Mundo tras vencer a Israel (2-0) en la final de la Fase Europea de clasificación disputada del 11 al 15 de abril en Vilamoura (Portugal). Su esfuerzo le cuesta. Nada menos que dos horas de entrenamiento un mínimo de cuatro días a la semana más dos días de gimnasio.

«Desde que tuve el accidente lo más importante en mi vida son mi familia y mis amigos. Ahora el tenis me ayuda a estar en forma para la vida cotidiana, a conocer a mucha gente y, tanto si ganas como si no, a no pensar en que algo te duele», afirma Siscar, quien cada día pone rumbo a las Torres de Cotillas para entrenar. «Llego a casa a las 11 de la noche, y así cada día», afirma. Para mantener el elevado nivel de exigencia deportiva, sabe que cuenta con «el apoyo de mi familia y mis amigos, que antes del accidente era de 10, y ahora es de matrícula de honor».

Le ilusionó especialmente recibir dos premios en su tierra: el premio al mejor deportista de Torre Pacheco y el mejor de la Región. «Me gusta pensar que puedo ser un reflejo para personas que están en mi misma situación», espera Kike, que se enfrentará en junio por primera vez a la lucha por la Copa del Mundo.

En su esfuerzo diario, no todo es entrenamiento. «Es muy complicado, porque tuve que comprar una silla de ruedas, que vale entre tres mil y siete mil euros, pagar al entrenador, comprar raqueta y equipación, y los premios están muy por debajo de lo que obtienen los grandes tenistas», explica el deportista pachequero, quien cuenta con el apoyo de, entre otras entidades, el Club de Tenis de Torre Pacheco y de su empresa, grupo Caliche. «Por encima de todo quiero disfrutar, pero no me gusta para nada perder», reconoce Kike.

Cuando no trabaja ni entrena, es decir, en contadas ocasiones, le gusta divertirse en casa de algún amigo o ir a algún bar de Torre Pacheco «pero no soy nada de fiestas. En cuanto tengo una hora, me voy al gimnasio», explica el campeón de Europa.

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