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Almendro en floración en el campo de Cartagena. CARM
Ensayan nuevas variedades de almendro que eviten su desaparición

Ensayan nuevas variedades de almendro que eviten su desaparición

El CIFEA busca una mayor adaptación al campo de Cartagena, ya que lo considera un cultivo económicamente sostenible

A. Salas

TORRE PACHECO

Miércoles, 9 de agosto 2017

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El futuro del paisaje cubierto de almendros en el campo de Cartagena depende de las investigaciones que lleva a cabo el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (CIFEA) de Torre Pacheco para comprobar la productividad de nuevas variedades de estos árboles en la comarca costera, como alternativa a otros cultivos.

El CIFEA experimenta con nuevas variedades que eviten la desaparición total del almendro, que hace pocos años cubría amplias zonas del campo de Cartagena y que ha sido paulatinamente eliminado debido a su baja productividad, ya que el Centro Regional de Estadística registró 74.006 hectáreas en el año 2003 y, para ese mismo año, la producción de almendra en cáscara alcanzó 26.943 toneladas, lo que equivale a decir que cada hectárea murciana produce como promedio menos de 365 kilogramos de almendra en cáscara, de lo que se deduce que hay una gran parte de las plantaciones cuya producción es nula y cuyo destino ha terminado siendo el arranque o el abandono.

Las variedades de almendro cultivadas tradicionalmente en el Campo de Cartagena (Peraleja, Ramillete, Colorada, Garrigues) son de excelente calidad, pero requieren de polinización cruzada, es decir, de árboles polinizadores y de la ayuda de insectos, como las abejas. Ello, junto con la floración extratemprana, puede provocar falta de productividad cuando las condiciones son desfavorables, como en los períodos de lluvias en los que se dificulte la actividad de las abejas, o cuando se producen daños a sus poblaciones por pérdida de hábitats naturales o uso de insecticidas, entre otros factores.

Para solucionar esta problemática es necesario buscar variedades de almendro que sean autocompatibles, que permitan realizar plantaciones monovarietales y se adapten correctamente a la singularidad de esta comarca.

Diferentes centros de investigación de España han obtenido variedades autocompatibles y de floración tardía, incluso extratardía, para su cultivo en zonas interiores de la Península. En la comarca de Cartagena se pretende comprobar la adaptación de estas variedades autocompatibles, que es el factor más interesante. Que sean de floración tardía no es un factor necesario aquí, dado que predominan los inviernos suaves y pocas horas de frío.

Ensayo

El ensayo con nuevas variedades de almendro se inició en 2010 en el CIFEA de Torre Pacheco, sobre una parcela de 1.037 m2, con una densidad de 330 árboles por hectárea. Las variedades ensayadas son Marinada, Vairo, Constanti, Soleta, Belona, Lauranne, Carrero y Colorada.

Se planteó con riego localizado por goteo, buscando la precocidad en la entrada en producción y considerando el almendro como un cultivo económicamente viable, frente a otros cultivos predominantes en la zona, como cítricos y hortalizas.

Las fortalezas del cultivo del almendro en riego son la baja inversión por hectárea, los bajos costes por la alta mecanización, y las menores necesidades de agua, en comparación con otros cultivos, lo que le permite subsistir en condiciones adversas de sequía.

En el ensayo se aplican distintos tipos de poda, desde la tradicional a la no poda, para comprobar su adaptación y así poder manejar el cultivo con el mínimo de intervenciones manuales.

Entre otros parámetros, se estudian las fechas de floración, la resistencia a las enfermedades fúngicas más importantes, como la mancha ocre, las fechas y facilidad de recolección, producción y calidad de la almendra.

El ensayo cuenta con un Plan de eficiencia medioambiental, con el fin de disminuir los residuos, emisiones, el consumo de inputs, así como desarrollar el proyecto de forma sostenible.

La Consejería divulga los resultados parciales de cada año de producción, mediante informes y jornadas técnicas, a partir del tercer año de plantación. También realiza publicaciones con los resultados obtenidos y las técnicas de cultivo, a partir del quinto año de plantación.

Las variedades de almendro cultivadas tradicionalmente en el Campo de Cartagena (Peraleja, Ramillete, Colorada, Garrigues) son de excelente calidad, pero requieren de polinización cruzada, es decir, de árboles polinizadores y de la ayuda de insectos, como las abejas. Ello, junto con la floración extratemprana, puede provocar falta de productividad cuando las condiciones son desfavorables, como en los períodos de lluvias en los que se dificulte la actividad de las abejas, o cuando se producen daños a sus poblaciones por pérdida de hábitats naturales o uso de insecticidas, entre otros factores.

Para solucionar esta problemática es necesario buscar variedades de almendro que sean autocompatibles, que permitan realizar plantaciones monovarietales y se adapten correctamente a la singularidad de esta comarca.

Diferentes centros de investigación de España han obtenido variedades autocompatibles y de floración tardía, incluso extratardía, para su cultivo en zonas interiores de la Península. En la comarca de Cartagena se pretende comprobar la adaptación de estas variedades autocompatibles, que es el factor más interesante. Que sean de floración tardía no es un factor necesario aquí, dado que predominan los inviernos suaves y pocas horas de frío.

Ensayo

El ensayo con nuevas variedades de almendro se inició en 2010 en el CIFEA de Torre Pacheco, sobre una parcela de 1.037 m2, con una densidad de 330 árboles por hectárea. Las variedades ensayadas son Marinada, Vairo, Constanti, Soleta, Belona, Lauranne, Carrero y Colorada.

Se planteó con riego localizado por goteo, buscando la precocidad en la entrada en producción y considerando el almendro como un cultivo económicamente viable, frente a otros cultivos predominantes en la zona, como cítricos y hortalizas.

Las fortalezas del cultivo del almendro en riego son la baja inversión por hectárea, los bajos costes por la alta mecanización, y las menores necesidades de agua, en comparación con otros cultivos, lo que le permite subsistir en condiciones adversas de sequía.

En el ensayo se aplican distintos tipos de poda, desde la tradicional a la no poda, para comprobar su adaptación y así poder manejar el cultivo con el mínimo de intervenciones manuales.

Entre otros parámetros, se estudian las fechas de floración, la resistencia a las enfermedades fúngicas más importantes, como la mancha ocre, las fechas y facilidad de recolección, producción y calidad de la almendra.

El ensayo cuenta con un Plan de eficiencia medioambiental, con el fin de disminuir los residuos, emisiones, el consumo de inputs, así como desarrollar el proyecto de forma sostenible.

La Consejería divulga los resultados parciales de cada año de producción, mediante informes y jornadas técnicas, a partir del tercer año de plantación. También realiza publicaciones con los resultados obtenidos y las técnicas de cultivo, a partir del quinto año de plantación.

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