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EFE
Murcia
Martes, 20 de febrero 2018
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El marroquí de 31 años detenido este martes por la Policía Nacional en Torre Pacheco por captación, adoctrinamiento y enaltecimiento del yihadismo es un trabajador agrícola que tiene muy buena relación con sus vecinos y que viaja con relativa frecuencia a su país para visitar a sus padres, mujer e hijo.
Según el relato recogido por Carmen, una vecina de Torre Pacheco a la que sorprendió este martes por la mañana el operativo policial llevado a cabo por orden de la Audiencia Nacional, el acusado vivía junto a sus dos hermanos y llevaba una vida «totalmente normal» en la población.
La detención, supervisada por el Juzgado Central de Instrucción número 3 y coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, se llevó a cabo a las 6.30 horas de este martes en una vivienda unifamiliar en planta baja que el detenido compartía con sus familiares.
Carmen explicó que Abdul, el marroquí detenido, llegó al municipio hace quince años junto a sus hermanos, un chico y una chica, y en ese tiempo siempre vivió en Torre Pacheco, aunque se mudaron de casa en alguna ocasión.
Según esta mujer, es un chico «trabajador» que aceptaba las ofertas laborales que le iban saliendo y que acostumbraba a ir todos los días al gimnasio.
Además, contó que en más de una ocasión él y sus hermanos regalaron a los vecinos productos del campo que conseguían como jornaleros y que, en todos los casos, la relación con el entorno del barrio era muy cordial.
«La hermana habla muy poco español y creo que lo entiende también poco, aunque siempre saludaba con un hola y adiós», explicó Carmen, a quien, según reconoce, le cuesta pensar en el detenido como un presunto terrorista de la yihad.
«Trabajaba y luego iba al gimnasio. Lo más remoto y ajeno para mí es que estuviera pasando aquí lo que he oído en la radio», añadió.
Carmen comentó que el arrestado es de los tres hermanos el que viajaba con más frecuencia a Marruecos, y que a su regreso contaba que iba a visitar a su mujer y a su hijo. «Él se iba a Marruecos y, sí, platicaba con nosotros», concluyó.
Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado, el detenido colgaba en sus perfiles vídeos elaborados por las productoras oficiales del Daesh en los que de forma directa se extendía el mensaje de odio y violencia contra los que denominan «los enemigos del islam» y, sobre todo, se incitaba a unirse a la yihad violenta.
Los investigadores sostienen que estaba inmerso en un potente proceso de radicalización, que se intensificó en los últimos tres años, y que llegó a utilizar hasta tres perfiles en redes sociales para adoctrinar y captar a nuevos integrantes de Daesh.
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